El pasado irrumpe en la escena del presente.
El flash back es un elemento altamente expresivo y deseable. Querríamos que ese rostro liberado de la uniformidad digital fuese el nuestro; dueño de pensamientos serenos, liberado de los estigmas de la cosmética digital, animado por la felicidad de los pixeles como quiso el artista. Captura un instante suspendido, esa zona de la memoria que se incrusta profundamente en la retina. Y hace vivir un recuerdo lejano, tal vez un déjà vu, un rostro y un cuerpo, una emoción transformada en presencia.
PerfumerOlivier Cresp
Olivier Cresp nació literalmente rodeado de perfumes, los orígenes de su familia de Grasse, remontan al siglo XII, además tanto su padre como su abuelo trabajaron en el comercio de las materias primas. Por eso, desde su infancia Olivier ha estado inmerso en “colores puros”, de jazmín, de rosa y de violeta, así como de esencias de limón, mandarina, naranja y bergamota, que su padre traía a casa en forma de muestras. Así desarrolló su memoria olfativa única y nació su pasión por el oficio de perfumista. Califica su perfumería como figurativa. Para él, antes que nada, lo más importante son las ideas. Pueden nacer de un recuerdo de infancia, de una emoción, de una conversación, de un paseo por la naturaleza, y después aparece el estilo, que él define como sencillo, minimalista y auténtico.
PhotographerLaurent Segretier
Laurent Segretier es un joven artista francés de los nuevos medios que viaja entre Hong Kong y París por su trabajo y que ha estado exponiendo en Asia durante algunos años (Beijing, Shanghai, Hong Kong, Djakarta). Laurent Segretier hizo la selección Designer's Day 2011, también ha expuesto su trabajo en l'Eclaireur y en la Galerie de Valois de París. Sus creaciones, fotografías y vídeos, están marcadas por el uso ambiguo de las herramientas digitales. Por un lado, controla minuciosamente los parámetros para crear imágenes y generar colores según los efectos que desea, por otra parte, deja que el azar se exprese para provocar distorsiones accidentales, que se transforman en los elementos clave de sus composiciones. Las imágenes aparecen deformadas, fuertemente pixelizadas, y a partir de este material digital crea la materia de sus obras. Su obra cuestiona la identidad cultural y los comportamientos de la generación Y. Estéticamente, su arte manipulador revela un aspecto extravagante y poético del mundo.